DÍA 10: YANGON

4 de Enero 2018

Día 4 de Enero en Myanmar, día de la independencia del país, por lo que nos despertamos, bajamos a desayunar y no sabíamos que tipo de festividad descubriríamos en yangon. Al salir, el sonido de los cuervos y la suciedad que invade las calles, Yangon me recordó a una peli de terror aunque fuese de día. Me pareció una ciudad demasiado sucia para ser una de las ciudades más importantes de Myanmar. Mientras íbamos caminando podíamos ver el ambiente festivo en las calles.

Decidimos hacer la ruta caminando porque vemos que las distancias no son muy largas (si lo son en coche) y nos dimos cuenta que es suficiente con un día para visitar Yangon.

– Sule pagoda: Para entrar hay que pagar 4000 kyats por persona. No llegamos a entrar porque preferimos ver otras pagodas. No nos gusto como se refleja el abuso del gobierno. Lleno de policias

– Bathataung Pagoda: En construcción. No entramos

De Bathataung cogemos un taxi que nos llevará a Maha Wizaya (delante de Shwedagon Pagoda) por 2500 kyats

Llegamos a Maha Wizaya: y había muy poca gente, por lo que decidimos entrar y menos mal! Qué bonita es a parte de ser gratuita. Lo impresionante de la pagoda es el interior, que recrea un bosque con un cielo oscuro y animales y objetos con simbología dentro de la cultura budista

– Shwedagon Pagoda: la más grande de todas. Tenemos que pagar 10.000 por persona por entrar. Un robo

Una vez terminada la pagoda, nos dirigimos en taxi por 2500 kyats al Lago Kandawgyi y al Karaweik Palace, donde por entrar nos cobran 300 kyats por persona y en caso de llevar cámara son 500 kyats más (nosotros escondimos todo)

Decidimos comer en un restaurante Thailandes que se llama Win Latt, casi diría el mejor momento de comer en todo nuestro viaje. El phat thai riquísimo (le faltaba un poco de Lima pero súper rico), nos tomamos un zumo de frutas, 2 Coca Colas y un ice coffee (extra largo) por 17.000 kyats los dos (5€ por persona). Con vistas al Lago Kandawgyi y a Karaweik Palace. Un remanso de paz entre tanto estruendo.

Nos vamos hacia el hotel por 2000 kyats porque queremos ver el atardecer desde la Torre Sakura (justo al lado), pero me encuentro mal y lo dejamos para el último día.

Después de estar un rato pasándome el malestar, nos vamos a cenar al KFC (yo nada) pero Albert tenía que cenar. Nos encontramos con un Kentucky a unos 550m del hotel y hacia allí nos dirigimos.

Una vez salimos de allí, y al encontrarme mejor, decidimos dar una vuelta por el night market y ver la vida nocturna de Yangon. Se puede ver el colonialismo en todos los edificios y si hubieran conservado en buen estado los bloques, Myanmar, sin duda, sería otro país.

Volvemos a descansar que mañana madrugamos para ir a Myeik.

 

 

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